En este artículo te brindaré información acerca de un tratamiento para tratar el reflujo gastroesofágico que debe ser el complemento ideal de una dieta para el reflujo.
El pilates es una disciplina que consiste en la elaboración de distintos ejercicios basados en la concentración, la respiración y el fortalecimiento muscular.
Considerado muy beneficioso para todo aquel que desea mantenerse en forma y estilizar la figura sin ganar volumen, es una práctica que ayuda mucho en la reducción del estrés.
Por lo tanto, se emparenta con otras disciplinas como el yoga o el tai chi.
¿Cómo puede ayudarte el pilates a combatir el reflujo gastroesofágico?
Como sabrás si padeces esta molesta dolencia, el también llamado reflujo ácido se produce cuando la anilla del músculo que cierra el estómago se abre, permitiendo la filtración de ácidos hacia el esófago.
Si bien la aparición esporádica de este problema no reviste importancia, hay que cuidar que no se vuelva crónico.
Para ello, y aunque la causa que desencadena la afección no está clara, es necesario tomar una serie de medidas.
Las mismas abarcan masticar despacio, prescindir de las comidas copiosas y llevar un diario de los momentos en los que se padece el mal para tratar de dilucidar qué alimentos concretos lo desencadenan en cada caso.
El ejercicio de bajo impacto como alivio
Aunque, como te he dicho, se desconoce la causa concreta del reflujo ácido, está comprobado que este mal se acrecienta en dos tipos dispares de personas.
Estos tipos son los siguientes: los que realizan deportes más o menos violentos (o con demasiada carga abdominal) y los que llevan vidas excesivamente sedentarias.
Ejercicios indebidos. Está demostrado que el deporte de intensidad elevada como correr o levantar pesas puede favorecer los episodios de reflujo gastroesofágico.
Lo mismo ocurre con el consumo de ciertas bebidas isotónicas, muy relacionado con esta práctica de ejercicios de alto impacto.
Si es tu caso, debes moderar la ingesta de estos líquidos (sustitúyelos por zumos naturales de frutas) y cambia tu rutina.
El pilates, basado en series de repeticiones no muy cuantiosas, es muy eficaz como deporte y evitará los episodios de acidez, pues con él se ejercita la zona abdominal pero sin sobrecargarla.
Sedentarismo. Las personas que llevan un estilo de vida demasiado sedentario también son más proclives a padecer episodios de reflujo gástrico.
Si es tu caso, no hay dudas acerca de lo que debes hacer: una rutina semanal de ejercicio moderado no solo te ayudará con esta patología, sino que te hará sentir mucho mejor en todos los aspectos.
El pilates se presenta, de nuevo, como una elección perfecta, ya que no es un ejercicio que requiera una preparación física excesiva y su intensidad puede ir aumentando poco a poco con la práctica.
Te recomiendo dos sesiones semanales de entre hora y hora y media en un entorno adecuado, a ser posible con la guía de un monitor, sobre todo si eres principiante.
Habla con él acerca de tu problema para que adapte el programa a ti (evitando posturas que puedan perjudicar el ritmo natural de la digestión).
Tómate tus sesiones con filosofía: es un momento solo para ti, abandona los problemas y céntrate en el ejercicio.
El estrés, otro factor desencadenante del reflujo, se evaporará y tu calidad de vida mejorará en gran medida.
Sin embargo…
Lo que aquí mencioné es MENOS del 2% de todo lo que debes hacer para curar el reflujo gastroesofágico
Con los consejos que te acabo de dar, solo estás atacando los síntomas de la enfermedad.
La clave está en atacar y eliminar todas las causas que originan el problema.
Y lo digo por experiencia, ya que yo padecí de reflujo.
Los dolores eran insoportables y no podía llevar una vida normal. Y la medicina no podía ayudarme.
Hasta que empecé a seguir un tratamiento natural.
Gracias a este tratamiento… mis dolores desaparecieron. Mi vida dio un giro de 180 grados y pude volver a ser la misma persona de antes.
Si quieres saber cómo aplicar tú mismo el mismo tratamiento natural…
Nos vemos allí 🙂
Laura
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