En este artículo te voy a hablar acerca de si el agua es buena para tratar el reflujo gástrico.
Está claro que todos y cada uno de nosotros necesitamos agua para poder vivir.
De hecho, más de un 60% de nuestro cuerpo es agua.
Por tanto, su consumo no puede ser malo ni perjudicial en ningún sentido, aunque tengas reflujo.
Una vez establecido este hecho, es conveniente que también efectúe una serie de aclaraciones que te recomiendo que tengas en cuenta de cara al futuro.
En primer lugar, existe un estudio realizado por Digestive Diseases and Sciences que afirma que, apenas 4 minutos después de tomar un vaso de agua, el nivel de alcalinidad de la cavidad estomacal aumenta.
Lo cual da lugar a una mejora en los síntomas asociados a la acidez.
Sin embargo, ¿de dónde viene esa afirmación que seguramente habrás escuchado en más de una ocasión y que dice que el agua produce reflujo?
En líneas generales, esta frase no tiene ningún sentido, salvo que se produzcan una serie de circunstancias.
Por ejemplo, cuando tomas alimentos ricos en proteínas como, por ejemplo, la carne de res, o ricos en sal como sucede con el bacalao, lo normal es que, unos minutos después de terminar la comida, sientas una gran sensación de sed.
Y, para calmar esa sed, tomes varios vasos de agua.
Al introducir dentro del estómago una gran cantidad de agua cuando este está efectuando el proceso de digestión de todos los alimentos que has comido anteriormente, puede llegar a ocurrir que no disponga de capacidad suficiente como para almacenarlo todo en su interior.
Por tanto, el nivel de presión aumentará y, consecuentemente, los líquidos serán empujados hacia el esfínter esofágico, lo cual dará lugar a los síntomas asociados al reflujo.
Como bien sabrás, los episodios de reflujo o acidez estomacal vienen ocasionados por el debilitamiento de dicho esfínter, lo cual da pie a que los jugos gástricos retornen al esófago y dañen sus paredes.
Por tanto, mi consejo es que controles, además, la cantidad de agua que bebes durante y después de las comidas y que optes por hidratarte tomando alimentos ricos en líquidos como son las verduras, las hortalizas y las frutas.
De igual modo, también es aconsejable que reduzcas al mínimo el consumo de alimentos que provoquen sensación de sed.
Por lo tanto, has de tener claro que el agua, en sí misma, no es nada perjudicial para tu problema con el reflujo.
De hecho, debe catalogarse como inocua en muchos casos o como beneficiosa en tantos otros.
Sin embargo, es conveniente que la tomes en los momentos oportunos y tratar de controlarte un poco después de las comidas.
En definitiva, cuidar tu alimentación te llevará a acabar de una vez por todas con el problema que padeces con el reflujo gástrico.
Y, en este sentido, el agua puede convertirse en una de tus mejores aliadas.
Así que, si quieres volver a disfrutar de tu vida y olvidar por completo los desagradables síntomas de la acidez, no dudes en tomar, aproximadamente, unos 2 litros de este líquido a lo largo del día.
Tu cuerpo te lo agradecerá.
Sin embargo…
Lo que aquí mencioné es MENOS del 2% de todo lo que debes hacer para curar el reflujo gastroesofágico
Con los consejos que te acabo de dar, solo estás atacando los síntomas de la enfermedad.
La clave está en atacar y eliminar todas las causas que originan el problema.
Y lo digo por experiencia, ya que yo padecí de reflujo.
Los dolores eran insoportables y no podía llevar una vida normal. Y la medicina no podía ayudarme.
Hasta que empecé a seguir un tratamiento natural.
Gracias a este tratamiento… mis dolores desaparecieron. Mi vida dio un giro de 180 grados y pude volver a ser la misma persona de antes.
Si quieres saber cómo aplicar tú mismo el mismo tratamiento natural…
Nos vemos allí 🙂
Laura
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