En este artículo te voy a mostrar cómo se cura el reflujo laringofaríngeo con una dieta alcalina.
Probablemente no voy a descubrirte nada si te digo que el 90% de lo que puedes hacer para combatir tu problema con la ERGE tiene que ver con la dieta y los alimentos que tomas.
Y es que, inevitablemente, estos tienen una determinada incidencia sobre tu estómago ya que le obligan a segregar mayor o menor cantidad de ácidos gástricos.
Estos ácidos terminan por dañar el esfínter esofágico y dar pie a los episodios de reflujo.
Las dietas alcalinas son, sin lugar a dudas, las más adecuadas para combatir el reflujo laringofaríngeo.
Esto se debe, principalmente, a que están repletas de alimentos que, al entrar en el estómago y empezar a ser digeridos, ayudan a crear un ambiente alcalino en su interior.
Es decir, a reducir los niveles de pH hasta que estos dejen de ser ácidos.
Por tanto, al tomarlos, el bienestar que sentirás será prácticamente inmediato.
Seguramente, llegados a este punto, te estés preguntando qué elementos son indispensables en una dieta alcalina.
La respuesta es muy sencilla y te la voy a proporcionar justo a continuación.
1. Alimentos ricos en potasio.
Todos los alimentos que posean altas concentraciones de potasio son ideales para combatir tu problema de reflujo.
Y es que, además de ayudar a alcalinizar el interior del estómago, relajan sus paredes y evitan que sucedan las molestas contracciones clásicas de las agruras.
Además, se digieren de forma realmente fácil y rápida.
El plátano, la miel, la batata y el vinagre de manzana son, sin lugar a dudas, algunas de las mejores fuentes de potasio que podrás encontrar en la naturaleza.
2. Cereales.
Los cereales también poseen un fantástico poder alcalinizante.
Sin embargo, también destacan fuertemente por contener ingentes cantidades de fibra, un elemento cuyo principal propósito dentro del organismo es el de aligerar las digestiones y hacerlas mucho más livianas.
Por tanto, todos aquellos alimentos que son ricos en fibra se digieren muy rápidamente, apenas desencadenan la segregación de ácidos gástricos y, consecuentemente, impiden que sucedan episodios de reflujo.
La avena, el mijo o el amaranto son muy buenos ejemplos.
Eso sí, en caso de ser celíaco, ten mucho cuidado con el gluten.
3. Vegetales crudos.
En cualquier dieta alcalina que se precie los vegetales crudos han de ocupar un lugar de privilegio.
Y es que, por norma general, son sumamente fáciles de digerir y ayudan a regular los niveles de acidez anómalos en el interior del estómago.
Además, la zanahoria, la lechuga o la col disponen de infinidad de enzimas que favorecen la digestión.
4. Bicarbonato de sodio.
Este no es un alimento en sí mismo pero, llegado un momento determinado, puede serte de gran utilidad.
Y es que este compuesto es realmente potente a la hora de alcalinizar el interior del estómago.
Tanto es así que, nada más tomarlo, ya podrás comprobar cómo la acidez desaparece.
Eso sí, te aconsejo que solo lo tomes en casos extremos ya que el uso continuado puede dar pie a otro tipo de problemas en tu sistema digestivo.
Sin embargo…
Lo que aquí mencioné es MENOS del 2% de todo lo que debes hacer para curar el reflujo gastroesofágico
Con los consejos que te acabo de dar, solo estás atacando los síntomas de la enfermedad.
La clave está en atacar y eliminar todas las causas que originan el problema.
Y lo digo por experiencia, ya que yo padecí de reflujo.
Los dolores eran insoportables y no podía llevar una vida normal. Y la medicina no podía ayudarme.
Hasta que empecé a seguir un tratamiento natural.
Gracias a este tratamiento… mis dolores desaparecieron. Mi vida dio un giro de 180 grados y pude volver a ser la misma persona de antes.
Si quieres saber cómo aplicar tú mismo el mismo tratamiento natural…
Nos vemos allí 🙂
Laura
Deja una respuesta