En este artículo te voy a mostrar cómo curar el reflujo esofágico naturalmente con una dieta.
El reflujo esofágico es una enfermedad bastante común en determinados segmentos de la población y que se caracteriza por la presencia de síntomas crónicos como acidez o dolor en el pecho, náuseas, tos.
Por tanto, debido a la gravedad que puede llegar a alcanzar este trastorno, tener especial cuidado con él es indispensable.
Sin duda, tu mejor aliada para combatir el reflujo es la alimentación y, por ello, voy a centrar este artículo en hablarte sobre una dieta que te será de gran utilidad.
Sin embargo, también debes tener en cuenta que el estrés, así como determinados malos hábitos alimenticios, son tus mayores enemigos.
Evidentemente, tu problema de reflujo esofágico se puede ver agravado si tomas alimentos que desemboquen en digestiones largas y pesadas.
Esto se debe, principalmente, a que para absorber sus nutrientes tu estómago necesitará segregar un gran volumen de ácidos gástricos, lo cual empeorará los síntomas de la enfermedad al irritar los tejidos e inflamar tu mucosa gástrica.
Por tanto, los alimentos ricos en grasas han de estar absolutamente prohibidos en tu dieta.
Pero, de igual modo, las bebidas alcohólicas y el tabaco también deben quedar apartados de tu vida para siempre pues solo colaborarán a hacerte daño.
Alimentos fundamentales para tratar el reflujo
Si quieres combatir eficazmente tu reflujo, lo primero que te aconsejo es que incrementes la cantidad de fibra vegetal que consumes.
¿Por qué? Pues, en resumidas cuentas, porque esta sustancia no solo se digiere muy fácilmente, sino que también colabora a que otras sean descompuestas con mucho menos esfuerzo.
Y, como bien sabrás, a menor generación de ácidos gástricos, menos síntomas manifestará tu enfermedad.
El arroz y las patatas son maravillosos ejemplos de esto que te estoy contando.
Eso sí, la forma en que cocinas estos alimentos también es muy importante.
De hecho, olvídate de freírlos en grandes cantidades de aceite a partir de ahora si quieres sentirte mejor y terminar por decir adiós definitivamente a tu problema con el reflujo.
En este sentido, te aconsejo que los tomes a la plancha, hervidos, al grill o, como máximo, asados al horno, según el caso claro está.
Por su parte, los alimentos ricos en vitaminas del grupo B también te ayudarán a combatir tu problema.
Y es que, en líneas generales, estas vitaminas se encargan de reparar los tejidos del sistema digestivo y de fortalecer la mucosa gástrica que se ve afectada por el reflujo.
Las verduras de hoja verde como la espinaca y frutas como la papaya son las que mayores proporciones de ella presentan.
El pepino, el apio, el brócoli y los frijoles son alimentos que, de igual modo, no pueden estar ausentes en tu dieta para el reflujo.
Eso sí, el café, el vinagre, la pimienta, los embutidos y la mostaza deben quedar completamente prohibidos si quieres percibir una mejoría.
Otra buena recomendación que puedo hacerte para que mejores de tu problema con el reflujo es que empieces a tomar alimentos alcalinos de forma habitual.
En este sentido, muchos de los que ya te he comentado poseen esta cualidad, pero hay muchos otros.
Y es que tu objetivo prioritario, a partir de la dieta, debe ser crear un entorno alcalino dentro de tu sistema digestivo en su conjunto y, con ello, reducir tus niveles de acidez.
Ejemplo de dieta diaria para combatir el reflujo
Antes de terminar me gustaría incluir en este artículo un ejemplo de menú diario perfecto para combatir el reflujo esofágico.
De esta forma podrás hacerte una idea más aproximada de todo lo que te estoy contando.
Nada más levantarte, no te apresures en desayunar.
Mi consejo es que, en ayunas, te prepares un delicioso licuado de papaya y avena y te tomes un vaso para preparar tu estómago de cara a los siguientes alimentos que vas a consumir.
Además, así crearás un entorno alcalino desde primera hora de la mañana.
Posteriormente, completa tu desayuno con unos cuantos copos de avena en un bol junto a un vaso de leche descremada y una rebanada de pan integral con mermelada de uva completamente natural.
Trata de evitar los alimentos procesados a toda costa pues tienen sustancias que pueden perjudicar tu bienestar y agravar los síntomas asociados al reflujo.
Puesto que sé que, probablemente, a media mañana sientas hambre, mi recomendación es que, para ese momento, optes por tomarte un plátano que te sacie.
Además, gracias a sus grandes cantidades de potasio, notarás cómo la quemazón de tu estómago se calma y, de paso, reforzarás tu mucosa gástrica.
El almuerzo debe comenzar con una saludable ensalada compuesta, por ejemplo, por lechuga, zanahoria, y un huevo cocido.
Asimismo, incluye en el menú también un filete de pechuga de pollo o una pieza de pescado azul como, por ejemplo, el atún.
De postre, un yogur natural descremado es la solución ideal.
El momento de la merienda debe ser similar al del aperitivo.
Pero, si en lugar de fruta quieres variar un poco, opta por preparar un té verde o una infusión de raíz de jengibre y bebértela con una cucharada de miel natural sin procesar y un par de galletas integrales que aporten un poco de consistencia.
Finalmente, la cena ha de ser especialmente ligera, aunque no exageradamente.
De hecho, si te gusta cenar temprano, prepárate un poco de arroz integral y aderézalo con unos champiñones.
En cualquier caso, no olvides que, antes de irte a la cama, deben transcurrir, aproximadamente, unas dos horas.
En definitiva, siguiendo este sencillo menú que te propongo y sustentando tu dieta sobre los alimentos que te he comentado, puedes estar seguro de que tu reflujo mejorará exponencialmente.
Y, con un poco de constancia y paciencia, terminarás por decirle adiós para siempre en muy poco tiempo.
Sin embargo…
Lo que aquí mencioné es MENOS del 2% de todo lo que debes hacer para curar el reflujo gastroesofágico
Con los consejos que te acabo de dar, solo estás atacando los síntomas de la enfermedad.
La clave está en atacar y eliminar todas las causas que originan el problema.
Y lo digo por experiencia, ya que yo padecí de reflujo.
Los dolores eran insoportables y no podía llevar una vida normal. Y la medicina no podía ayudarme.
Hasta que empecé a seguir un tratamiento natural.
Gracias a este tratamiento… mis dolores desaparecieron. Mi vida dio un giro de 180 grados y pude volver a ser la misma persona de antes.
Si quieres saber cómo aplicar tú mismo el mismo tratamiento natural…
Nos vemos allí 🙂
Laura
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