En este artículo te voy a hablar de las propiedades del limón y te diré si su consumo es malo si tienes esofagitis.
A buen seguro que, si padeces de esofagitis, hayas comprobado en alguna ocasión que los alimentos ácidos no te hacen ningún bien.
Evidentemente, el limón es la fruta cítrica que presenta una mayor cantidad de sustancias ácidas y, por ello, al menos en primera instancia, su consumo no es recomendable para ti ni para nadie en tu situación.
Sin embargo, quiero dedicar estas líneas a hablar más pormenorizadamente de sus propiedades y de la acción que ejerce sobre esta enfermedad.
El pH de un limón se sitúa en niveles que oscilan entre el 1,8 y el 2.
Por tanto, ha de considerarse como una fruta muy ácida.
Tanto es así que, si comparas entre todas las frutas cítricas que existen (pomelo, naranja o mandarina, por ejemplo) esta es, de largo, la más ácida.
Por esta razón es sencillo vislumbrar que puede ser un alimento desencadenante de un episodio de reflujo gástrico que desemboque en esofagitis.
Evidentemente, el limón hace descender el nivel de pH del interior del estómago consiguiendo que se vuelva un entorno eminentemente ácido.
De hecho, al perder alcalinidad, las probabilidades de que sufras un episodio de reflujo que desencadene o agrave el estado de tu esofagitis crece exponencialmente.
Además, también tienes que tener en cuenta que esta acidez conlleva un debilitamiento del esfínter esofágico y que, por tanto, los ácidos gástricos pueden retornar por el esófago más fácilmente.
Sin embargo, mi consejo es que no elimines por completo el limón de tu dieta.
Y es que, tal y como han demostrado diversos estudios realizados por nutricionistas de prestigio, el limón, en pequeñas cantidades, puede ayudar a estabilizar tu aparato digestivo.
De hecho, si lo piensas detenidamente, seguro que, en alguna ocasión, tus padres te dieron un poco de jugo de esta fruta cítrica para calmar tu dolor de estómago cuando eras pequeño.
Por ello, sí que te recomiendo que eches unas gotas de su zumo para dar sabor a tus platos.
Claro está, siempre y cuando no agrave tus síntomas.
En definitiva, si padeces de esofagitis, mi consejo es que dejes de tomar limón casi por completo, si bien es cierto que unas cuantas gotas al día pueden aportar algunos beneficios a tu salud.
Te aseguro que, si lo haces, estarás un paso más cerca de dejar atrás esta enfermedad, así como el reflujo ácido, y, como consecuencia, empezar a disfrutar de una mejor calidad de vida.
Sin embargo…
Lo que aquí mencioné es MENOS del 2% de todo lo que debes hacer para curar el reflujo gastroesofágico
Con los consejos que te acabo de dar, solo estás atacando los síntomas de la enfermedad.
La clave está en atacar y eliminar todas las causas que originan el problema.
Y lo digo por experiencia, ya que yo padecí de reflujo.
Los dolores eran insoportables y no podía llevar una vida normal. Y la medicina no podía ayudarme.
Hasta que empecé a seguir un tratamiento natural.
Gracias a este tratamiento… mis dolores desaparecieron. Mi vida dio un giro de 180 grados y pude volver a ser la misma persona de antes.
Si quieres saber cómo aplicar tú mismo el mismo tratamiento natural…
Nos vemos allí 🙂
Laura
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